Nina Sweet vive en su finca situada a orillas del mar Mediterráneo rodeada de sus animales en plena naturaleza. Escribe desde niña y siempre se ha considerado un espíritu romántico, sin dejar de lado ese toque irreverente tan presente en su obra. Apasionada de la lectura, antes de escribir novela experimentó muchos años con la poesía y otras artes como el ballet y el teatro. La dulce Nina se define también como una mujer vehemente. Actualmente pasa los días con su pareja, escribiendo, rodeada de música jazz, blues, una chimenea de leña y un buen vino.