Madrid, 1936. Aurora acaba de cumplir la mayoría de edad y ejerce como enfermera en una ciudad convulsa que resiste al fuego y a las bombas de la guerra. En este clima de violencia, decide contribuir a la esperanza en el frente republicano y comienza a escribirse con un joven soldado, Teófilo, convirtiéndose así -como otras muchas mujeres de la época- en madrina de guerra.
En cada carta, los jóvenes encontrarán un refugio donde expresar los miedos y secretos que no pueden decir en voz alta al tiempo que descubren un amor que nunca imaginaron. Sin embargo, en una guerra repleta de intrigas y espionaje, en la que todo el mundo es sospechoso, la palabra escrita puede ser el arma más peligrosa…
Cuando años después, aislado en el silencio de la posguerra, Teófilo averigua que Aurora sigue con vida, no duda en intentar recuperar a la persona que, entre el fuego y la pólvora, hizo florecer en él el amor, la calma y la paz.
Este relato supone un homenaje a todas aquellas mujeres que tomaron la palabra como fusil y consiguieron hacer crecer en la línea de fuego la fortaleza y la esperanza de los soldados.