En los años noventa, Meritxell es una escritora de éxito. Apenas acaba de saber que está muy enferma. Ha escrito innumerables historias, pero nunca ha conseguido desentrañar de la que realmente le importa: la de sus propios orígenes. Sabe que la madre era parisina y que el padre fue un combatiente de la Guerra Civil, pero no lo llegó a conocer.
En los años cuarenta, el París ocupado por los nazis, Anne-Marie vive en el barrio de Le Marais. En la pequeña pensión que regentan sus padres llega Armand; parece que se esconde de los invasores alemanes porque huye de un campo de trabajo. En un París en lucha soterrada, la joven Anne-Marie conocerá la fuerza del primer amor y qué significa tener convicciones.
Una novela llena de ternura que enlaza dos épocas y nos muestra cómo de importantes son las raíces personales. Unos personajes que encarnan la fuerza de los ideales y retratan personas anónimas que vencían el miedo para luchar contra el monstruo del fascismo.